cuando amanece

me despierto y veo el techo... Imagino la hora que podrá ser, las 5:30, 6, 7? no lo sé con exactitud cuando está nublado, y tampoco en estos días en donde tengo que cerrar la puerta del otro cuarto por donde entra la luz. Así que volteo con mucho cuidado (para no despertar a Mamu que está abajo de la cama) y veo mi despertador... 5:35, muy temprano, quiero dormir más, pero ya me escuchó.
Se despierta y bosteza, se me queda viendo y analizando a ver si sigo dormida o ya desperté, ya es una experta de saber cuando miento, así que levanta con cuidado sus patitas y las sube al borde de la cama... Exclama un pequeño gemido y ve cómo se abren mis ojos, inmediatamente empieza a mover la cola. La subo a la cama y recibo mis primeros arañazos y mordidas del día.
Es raro estar acompañada todos los días.
Estaba muy sola y ahora siento que por momentos quiero esos tiempecitos de soledad en las mañanas, poder leer en mi cama hasta que mi cuerpo no resiste más y se levanta. Pero bueno, ella se porta bien en las mañanas, vemos un poco de noticias, nos bajamos de la cama.
Recuerdo ese libro de negro... bueno lo acabo de ver hace poco y ya no me acuerdo cómo se llama exactamente. Es de una niña que va a vivir con su abuela y conoce a negro, un perro enorme, es como 10 veces el tamaño de ella, y no es muy amigable con ella al principio pero después se hacen muy buenos amigos... me encantaban/encantan las ilustraciones de ese libro.
Después de barrer, trapear, hacer ejercicio, desayunar, me voy a bañar.
Ya estando en el baño me doy cuenta que no me quité los lentes, ¿en dónde tengo la cabeza?...El espejo se empaña, dibujo la cara de mamu ahí, de cómo me la imagino en unos meses.
Estoy de malas, no sé por qué, múltiples razones, y sin razones... pero entonces sé que el resto del día será difícil, no hay nada que se pueda hacer....
A iniciar la semana, a intentar trabajar y dejar de pensar, sí, dejar de pensar...