8.26.2014

Las paredes ¿blancas?

Desde pequeña tengo un problema, cuando veo una pared blanca, tengo que llenarla... eso no significa que me de miedo la hoja en blanco o el lienzo blanco o la pared blanca, pero sí que necesito tener colores, formas, imágenes que inciten mi vista, que me den un espacio de tranquilidad.
Últimamente he ido a hospitales, y realmente me pone en un estado de desesperación eso de ver paredes en blanco, amplias paredes sin ningún adorno, algunas veces un cuadro no de muy buena calidad, pero bueno, no voy a criticar eso, sino hablar de mi problema de paredes vacías.
Podría definirlo de otra forma y no como un problema, podría ser una pequeña obsesión, pero cuando me encuentro en lugares así, vacíos, esa inestabilidad, esa ansiedad de agarrar un lápiz o pluma y pintar aunque sea una bolita o una raya es muy desconcertante.
Y sí, me sucedía desde chiquita, pintaba las paredes, sugería a mis papás que pusieran algún cuadro, me encantaban y me encantan todavía Miró y Picasso, me gustaban los pájaros de Klee... y bueno, eso se fue traduciendo en que a fuerzas las paredes de donde vivo o donde estoy están llenas de imágenes, incluso el marco de la pantalla de mi computadora tiene postits con "cosas que tengo que hacer" dibujos, bocetos, lluvias de ideas, recetas, etc.
Entonces, ayer, esperando al doctor pensaba, ¿tendré una obsesión por saturamiento visual? Y entonces dije, a ver anita, en la publicación anterior escribiste sobre la contaminación sonora y ahora te das cuenta que tienes una obsesión por el saturamiento visual...¿acaso tienes cierto gusto por la contaminación visual?
Fue ahí cuando me quedé pensando en las calles de la ciudad, son como paredes en el camino, pero no me gustan los anuncios espectaculares, aunque sí me gustan los rótulos, los graffitis, las cartulinas creativas que anuncian lo que venden los negocios... es como una contradicción a analizar profundamente y por eso dije, puede ser un problema, sin embargo no es algo grave jiji a menos que tuviera T.O.C y entonces mi desorden de imágenes me causara conflictos.
¡Definitivamente existe contaminación y saturación visual en esta ciudad!
Lo más extraño es que eso no me moleste, al contrario, como que regreso de dar un paseo en la calle y me siento inspirada, así como venía y volcaba las narraciones del metro o el micro, podría narrar lo que veo en las calles, en un simple paseo con los monstruitos. Tantas y tantas cosas que podría decir al respecto, hay veces que hasta imagino cuentos de cómo llegó una camiseta olvidada en el camellón, o cómo consiguió un cable de audífonos un pájaro y ahora lo usa como nido. Pero bueno, son de esas cosas que no hago y sólo escribo o boceto en alguno de los tantos papelitos con notas a mi alrededor.
Así que la sobresaturación visual y mi tranquilidad en un embotellamiento son fenómenos extraños a analizar... y mientras tanto, seguiré poniéndole color a las paredes blancas.

8.22.2014

contaminación sonora

Si te despiertas muy temprano, a eso de las 4am el entorno suenta tranquilo, los ronquidos de los perritos, la respiración de nosotros, algún camión, trailer o posible taxi que pasan por la calle, algún avión...
Pero eso dura poco, vivir en una ciudad siempre es muy escandaloso. Tanto, que cuando sales al campo se te hace extraño no escuchar aviones, helicópteros, cláxons, murmullo de la gente, licuadoras, aspiradoras, radios a todo volumen.
Al lado del departamento ha habido talleres mecánicos casi siempre, realmente es molesto, el sonido de sus aspiradoras, de sus herramientas eléctricas, pulidoras, pistolas de pintura, hasta las grúas que entran y salen continuamente y el radio que  ponen los mecánicos.
También están los vecinos acomplejados que lavan ropa todo el día, y la lavadora suena y suena queriendo escapar de su horrible trabajo.
Los niños llorando y haciendo berrinche, los vecinos peleando, las vecinas echando chisme, y los sonidos de la calle, se escuchan siempre.
Y entonces te das cuenta que todo el día tu sentido del oído está saturado, no tiene descanso, se llena y definitivamente llega un momento en que aísla por costumbre todos los sonidos molestos, ya no te percatas de que existan, a menos que requieras un momento de concentración, de paz, de escuchar palabras de alguien más, de escuchar una rola que te gusta, de escuchar tu propia respiración.
Es parte de la adaptación a una ciudad, adaptarte al sonido, hacerte de oídos sordos y aprender a comunicarte a gritos; gritar en las calles, gritar en el metro, gritar al teléfono, generando más y más contaminación auditiva.
Hace poco hicieron una medición de los niveles de sonido en la Ciudad de México, lo hizo la Fonoteca Nacional, y los datos arrojaron resultados esperados, nos excedemos del límite superior recomendable que es de 55 decibeles (dB). Las mediciones se realizaron en el Centro Histórico, Chapultepec, Aeropuerto, Coyoacán, estación del Metro Insurgentes. En Reforma y Chivatito por ejemplo, se reportaron entre 77 y 88 dB a las 12 del día.
El mismo estudio destaca que el oído necesita algo más de 16 horas de reposo para compensar dos horas de exposición a 100dB (antro ruidoso). Los sonidos de más de 120dB (concierto de rock o volumen muy alto en auriculares) pueden dañar el oído interno provocando pérdidas de audición. También se encontró que algunas zonas de la ciudad por su afluencia llegan a alcanzar 100dB.
Las consecuencias son varias:
-Físicas: Presión arterial, modificación del  ritmo respiratorio, tensión muscular,  dolor de cabeza, silbido en los oídos.
-Psicológicas: Estrés, irritabilidad, trastornos del sueño, mala memoria, falta de atención.
pero pareciera como si no nos importaran, como dije, parece que es una cuestión de adaptación y de oídos sordos.
Se supone que después de este estudio se implementó una ley donde se multarán a los que excedan de 62 decibeles, pero la verdad esto no ocurre. Tenemos el ejemplo de los vendedores de música en los vagones de metro, definitivamente sobrepasan este nivel límite y cuando les dices que le bajen todos te tiran de a loco. Así mismo sucede en los paraderos de micros, en las calles congestionadas, en tantos lugares de la ciudad, yo me pregunto ¿vivir en una ciudad significa tener que soportar esto, como decía, adaptarse a la contaminación de todo tipo?
Por eso cuando salgo de la ciudad disfruto esos silencios que hay en el campo, esos sonidos del aire, las hojas de los árboles, los insectos, los pájaros... acá, difícilmente podemos apreciar todo eso, triste pero verdadero, así las cosas en las metrópolis.
Por aquí dejo una tabla, me resulta muy gracioso que en el estudio se hable tan mal de los conciertos de rock, como si los conciertos de banda, reggaeton, los palenques o cualquier otro concierto masivo no generaran tantos decibeles. También las pisadas de mis vecinos, con tacones son más escandalosas de los 10 dB jiji!


*Nota sobre contaminación sonora: http://www.conaculta.gob.mx/detalle-nota/?id=22821#.U_eFGvl5OWg

8.20.2014

Lo intentaré

Ha pasado mucho tiempo, yo creo que como tres años, ¡tres fabulosos años la verdad!
En resumen... en resumen... me chocan los resúmenes, prefiero las síntesis, pero la verdad me gusta la contadera y contadera sin orden específico, así como un sueño desarrollándose en muchas noches diferentes, flashasos o balazos de información que la memoria captura a su gusto y luego tratas de poner en orden para encontrarle coherencia pero no se puede.
Así que bueno, lo que ha pasado en estos 3 años es mucho...
Mamu ya creció, más, sí más, para todos lados y dejó de ser la hiperactiva pastor alemán a la flojita consentida, además desafortunadamente tiene hipotiroidismo, así que se agrandó no como todos piensan que engordó, sino que se agrandaron sus órganos y por lo tanto todo su torso para que cupieran. Afortunadamente lo detectamos a tiempo y ahora con el tratamiento está recuperando su cintura y ya no parece burro para planchar. Mamu ahora está acompañada del fabuloso Teo, el labrador del monstruito... Somos 4 monstruos en un departamento lleno de pelos. Teo es un flojonaso, pasa todo el día durmiendo, ahorrando energías para que a la hora de su paseo pueda correr por todos lados, marcar todos los arbolitos, oler todas las pipís, recoger todas las botellas de plástico que se encuentre en su camino. Tiene un carácter muy diferente a la mamu, pero creo que se complementan, finalmente es similar al carácter del monstruito así como Mamu se parece a mi (más allá de lo greñuda despeinada). Entre Mamu y Teo es más difícil circular en la casa, pero definitivamente siempre sacan sonrisas en mi.
¿Qué más ha sucedido? Bueno, la tesis ahí quedó, en revisión, y definitivamente me desesperé de seguir esperando (por chafa que eso suene) y pasé por un periodo de frustración muy complicado (debí de haber escrito aquí durante ese tiempo, pero no, llené cuadernos y notitas)... y un día, así como dicen, de la noche a la mañana dije : ¡A la chingada! Siempre he querido ser artista, pues eso haré, aprenderé más, me desoxidaré (o puliré) y a darle a la pintura, a la fotografía y demás artes.
Tomé un curso de creación de alebrijes con los Linares (ya les contaré más de ellos, realmente merecen ser citados en muchos escritos de arte, artesanía y cultura de México)... y empecé a trabajar monstruos de papel periódico, de cartón, de alambre, Judas, talleres para niños, más cursos, lo más reciente, títeres. Qué emoción saber que el papel puede expresar tanta locura de mi mente.
Y así también empecé a reinspirarme en música, en sentimientos, en libros, en poemas y salió mi primer exposición de pintura, cosa que realmente me tiene todavía muy muy contenta.
Por muchos años dije, no eso de artistear no es para mi, ¿cuál es el punto de mostrarse?¿para qué hacerle al ego? Pero al realizarlo, al estar ahí parada enfrente de mi pareja, de mi familia, de mis amigos, de conocidos curiosos, realmente dije, estoy compartíendoles un poquito más de mi, no es ir y decir ay yo hago esto y lo otro, es dejarlos sentir lo que yo sentí y que ellos experimenten y saquen sus propias conclusiones. El arte es también compartir, porque si la hiciéramos para nosotros y nunca la enseñáramos entonces tampoco sería un proceso de comunicación de nada (bueno, ahorita está muy revuelta mi cabeza tratando de explicar tres años como para ponerme a definir el arte)... pero el punto es que me sentí bien, sentí que por fin había logrado uno de mis sueños. Claro que he alcanzado muchos otros sueños, pero este era el guajiro, el que pensé que nunca haría por tiempo y por el camino que había elegido.
Pero sucedió, tomé un camino diferente y estoy realmente contenta con mis decisiones de estos tres años.
Todo lo que ha sucedido no ha sido fácil, no es fácil dejar de vivir sola para compartir tus días con la persona que quieres teniendo tus propios espacios y dándole sus propios espacios (entre dos perritos estorbos), no es fácil dejar el camino profesional que habías trazado para entrar a un camino artístico con planes o miras a hacerse también comunitario-social.  No es fácil que la gente a tu alrededor entienda por qué tomas esas decisiones, si parecía que todo iba tan bien en tu vida. No es fácil explicar por qué ahora estoy agusto, contenta, motivada y a la vez preocupada por el futuro tan gris que como humanidad nos estamos haciendo. Pero es fácil  ir sintiéndolo, ir viviéndolo, ir entendiéndolo, poder apoyar y sentirse apoyada, poder sonreir cada vez que creas un nuevo manchón en un lienzo, poder soñar con nuevos proyectos, poder compartir el arte y conocimiento con niños, con otras personas.
Pero bueno, creo que el punto de todo esto es que en estos  años tuve la oportunidad de analizar y reflexionar mi vida y mis pasos, de correr sin prisa, correr largos tramos para pensar en lo que realmente quiero vivir de ahora en adelante y que está basado en mi libertad. Libertad de elección, libertad de pensamiento, libertad de sentimiento. Me siento, me pienso, me elijo. Y conforme a eso tomo mis decisiones diarias, hacer mis días interesantes, llenos de información, de inspiración, de bocetos, de imágenes, de proyectos, de sueños.... el único problema el el dinero, pero sé, que de alguna forma saldrá.
No seré rica de dinero pero sí tendré riqueza sentimental, artística, social, ¡hasta animal!
Así las cosas ahora, acompañada, contenta, querida, babeada al doble, más vieja, con otra cana, con menos arrugas y más músculos, así espero poder seguir escribiendo... hace falta,  aunque solamente lo lea yo. A final de cuentas, logré volver a escribir como antes lo hacía en este blog, de un sentón, con un vaso de agua al lado, mientras pienso cómo haré el caldo que prepararé para la comida de hoy y pienso que debería de darme un baño y mientras boceto una nueva pintura y selecciono unas fotos para un concurso.
Me toma 15 min escribir, lo haré más seguido, también me gusta y me hace bien... así también desoxido esa parte literaria.