serenata en el trole

Pocas veces tomo el trole, pero antier decidí tomarlo, según Manolo es más rápido, según yo NO, pero bueno, lo que pasa es que con los micros me llevo bien y llegan rete rápido y sin zarandearte tanto, y los troles según yo se paran en tooodas las paradas aunque nadie suba o nadie baje, además no entiendo eso del boletito y el número 20 o 21 jajaja... pero todos lo cuentan y yo la verdad no me tomo la molestia, números de serie extraños, jajaja.
Total que me subí al trole, entré al gran gusano con ruidos radioactivos como si fuera a despegar, pagué mis 2 pesitos y me fui a la mitad, donde hay un espacio más grande para pararse.
Inmediatamente un chavo como de unos 25-30 se me quedó viendo y yo pensé, uuuchales, ahorita saldrá con algún comentario.... Dicho y hecho:
-oiga señorita... ya sé que me va a mandar por la chingada, pero que retebonita está usté!!!
(el aliento a alcohol me llegó claramente)
yo no dije nada, sólo me voltee.
-pero mínimo hágame caso señorita, le estoy hablando, y quiero ver esos ojotes
un niño enfrente de mi se empezó a reír y yo pensé no no no se vale, si se ríe yo me empezaré a reir...
-bueno señorita, seguramente usté tiene una mamá muy linda entonces-empezó a carraspear y luego soltó un gran grito y comenzó a cantar-
"vean ustedes pasajeros del trole
cómo la señorita bonita de ojos enormes
no voltea, no me responde, no me quiere
pero escuchen mi famoso canto
me gusta tu mamá
y a tu mamá le gusto yo oh sí
porque tú no me haces caso linda
y no me queda mas que tu mamá
ooohhh siiii y esta es la serenata del trole
por un borracho desentonado y sin rima
escuchen ustedes estas famosas letras
dedicadas a una señorita de ojos enormes
oooooh siiiii"
el niño enfrente de mi reía, su mamá reía, y yo no quería reir, estaba roja como jitomate y no quería reir, la gente me veía y no quería reír, pero qué sucedió, pues que me reí, me reí como acostumbro reír, como pinky, como loca, casi ahogándome a la mitad al trole y la gente aplaudía, y el borracho se tambaleaba muy cerca de mi.... Por suerte llegamos a mi parada y ya pude bajar, dije, bueno, daré un gracias, por lo menos eso se llevará.
La gente aplaudió mi gracias, me bajé y al cerrarse las puertas alcancé a oir confundido con el peculiar ruido del trolebús a él, que seguía cantando sobre el trolebús y el niño de la carita sonriente...