Hay días donde un conjunto de hechos y situaciones te hacen pensar en otras tantas cosas... Días donde las reflexiones llevan a más que sólo resultados o conclusiones guardadas o archivadas dentro de algún cajón de tu cabeza. Días donde es necesario escribir, sentarse unos minutos a mover las manos, a recordar la ortografía y sintaxis tan bonita que tiene el castellano.
Y pues heme aquí, dándome unos minutos antes de pensar qué diablos voy a cocinar hoy, antes de coser una cama para Choco, el perrito que recogimos que aún no estamos seguros si se quedará con nosotros o le encontraremos una buena familia que lo acoja. Antes de leer noticias desagradables del mundo, antes de pasarme el cepillo por la cabeza y borrar las ideas.
Escribir...
Creo que más que tener una idea concisa sobre lo que escribiré, son un montón de preguntas, pero todas se enfocan en el mismo problema "el apego".
Veo a mi alrededor, los problemas de la gente que me rodea, lo que mis amigas o mi familia me cuenta, sus problemas, son el problema de no soltar, de apegarse a cosas o a gente, el esperar que todos a su alrededor estén conformes con sus decisiones, que sus decisiones no sean juzgadas... y pues yo pienso "si quieres tomar una decisión, de cualquier tipo, está en tus manos, en nadie más, y no importa lo que los demás piensen". Ya cuando tomas la decisión pasan mil y un cosas que ya no están en tus manos y a veces puede resultar benéfica o no tu decisión... pero está en ti.
Ser honestos con nosotros mismos, ser sinceros con nuestra forma de vivir la vida, si quieres estar triste, enojado, alegre, adelante, pero que no dependas de lo que los demás piensen de ti... Y bueno, pues así es como hay que vivir la vida. Porque decisiones las tomamos cada minuto, cada segundo, cada fracción de segundo, en el momento en que el presente deja de ser presente y se vuelve pasado, en el momento en donde vemos el presente como futuro.
Y hay que aprender a soltar, para poder vivir ese presente lleno de cambios y revoloteos.
Así las cosas, cuando se necesita escribir algo, cuando la cabeza gira reflexionando muchas cosas... cuando el tiempo no permite que lo platiques con alguien más...
Pero bueno, agradezco que mi cabecita loca siempre tendrá tiempo para pensar, reflexionar y concluír ideas.
12.02.2015
5.05.2015
viajes
A pesar de todo lo sucedido en este año, que no ha sido tan productivo para mi, en donde las barreras de lo que es más importante impiden que avance en mis propios proyectos... he tenido tiempo de viajar.
Viajes diferentes, acompañada de él, acompañada de nuevos amigos, de gente desconocida que se convierte en conocida, y próximamente emprenderé un viaje sola.
Todos los viajes los disfruto mucho, desde la planeación, el investigar qué habrá, el qué tienes que llevar, el qué no debes olvidar... pero sobre todo, el hecho de viajar.
Desplazarte por los caminos, ver diferentes paisajes, diferentes personas... ver, oler, sentir, escuchar...
Para mi, viajar es un momento que aprovecho para la reflexión, de mis propias marañas cerebrales, de la situación del mundo, imaginarme qué puede estar pasando en el lugar que estoy visitando.
Viajar requiere que tus instintos estén al máximo, que tu intuición, imaginación, resolución de problemas estén también a todo lo que pueden dar...
Dicen que cuando viajo abro más los ojos, no lo creo, ya no son tan grandes como antes... pero sí sé que trato de abrir todos mis sentidos, que tal vez me vuelvo más sensible a todo lo que me rodea... desde un viaje en metro hasta uno en avión.
Y sí, disfruto mucho viajar, supongo que también porque me saca de la rutina, porque llena mi deseo constante de curiosidad.
Así que disfrutemos los viajes que vengan... porque para eso son...
Viajes diferentes, acompañada de él, acompañada de nuevos amigos, de gente desconocida que se convierte en conocida, y próximamente emprenderé un viaje sola.
Todos los viajes los disfruto mucho, desde la planeación, el investigar qué habrá, el qué tienes que llevar, el qué no debes olvidar... pero sobre todo, el hecho de viajar.
Desplazarte por los caminos, ver diferentes paisajes, diferentes personas... ver, oler, sentir, escuchar...
Para mi, viajar es un momento que aprovecho para la reflexión, de mis propias marañas cerebrales, de la situación del mundo, imaginarme qué puede estar pasando en el lugar que estoy visitando.
Viajar requiere que tus instintos estén al máximo, que tu intuición, imaginación, resolución de problemas estén también a todo lo que pueden dar...
Dicen que cuando viajo abro más los ojos, no lo creo, ya no son tan grandes como antes... pero sí sé que trato de abrir todos mis sentidos, que tal vez me vuelvo más sensible a todo lo que me rodea... desde un viaje en metro hasta uno en avión.
Y sí, disfruto mucho viajar, supongo que también porque me saca de la rutina, porque llena mi deseo constante de curiosidad.
Así que disfrutemos los viajes que vengan... porque para eso son...
9.28.2014
lo que cambia
La vida está hecha de cambios, dicen que la gente no cambia, claro que sí, todos cambiamos, pero lo que más cambia es el alrededor nuestro... las ciudades, los campos, las nubes, los amaneceres y atardeceres...
A veces no nos damos cuenta que la vida es muy frágil, no prestamos atención a lo que somos y cómo lo expresamos, no consideramos lo que tenemos más allá de lo material, lo que logramos con sentimientos, no reflexionamos sobre nuestras vidas ni sobre nuestras muertes.
Y todo cambia muy rápido, un día puedes estar en un país y al otro haciéndote análisis múltiples para ver tu estado de salud, sabiendo que los proyectos que tenías planeados no se realizarán como lo hubieras pensado.
Mi salud está bien, la de mi mamá no, y pues no se trata de contarles qué tiene ni nada por el estilo, se trata de expresar lo que siento por el momento.
Lo primero que me vino a la mente fueron una serie de imágenes de mi abuelita enferma, los días buenos, los días malos, los días de tratamiento, los días postratamiento, los días donde se enteró de lo que tenía, los días de fortaleza, los de angustia, los de preocupación, los de tristeza, los de nostalgia... Son demasiadas imágenes, es como soñar en unos minutos y recordar todo con una claridad impresionante.
Yo pensé que eso había sido enterrado en los cajones más aislados de mi memoria, pero ahora parece que están tan accesibles esos recuerdos, que a veces sin concentrarme, recuerdo toda una serie de enventos que sucedieron hace 17 años.
Lo segundo que me sucedió fue una aceptación a que pues bueno, todos eventualmente morimos y desafortunadamente algunos enfermamos y por ello después morimos. Todo eso perseguido de una idea de que la ciencia y tecnología han avanzado mucho y ahora debo ver las cosas más positivamente.
¿Qué resta entonces?, apoyar en todo lo que se pueda, informarme, mantenerme tranquila porque el estrés no le ayuda a nadie, sacar fuerza interna llena de pensamientos positivos, proponer nuevos proyectos, etc.
No está siendo fácil, y aunque tengo el apoyo de mi pareja, de mamu y teo, de mis amigos, de mi familia, quisiera ser un mejor apoyo para mi mamá y a veces siento que no lo soy.
Sé que no puedo hacer más, sé que no está en mis manos más que apoyar, acompañar, animar, escuchar y ser paciente, pero cuesta muchísimo trabajo y es muy desgastante.
Ahora me queda reflexionar sobre mi vida, sobre la vida que tengo al lado de mi mamá, aprovechar todos los momentos que se presenten donde podamos estar juntas, y saber que si algún día me llegara a pasar lo mismo, al menos estaré preparada diciendo: bueno, viví como quise vivir, hice lo que quise hacer, luché por lo que realmente quise, amé lo que elegí amar, viví lo que elegí vivir, sentí con vida, viví con verdad y ahora sólo me queda descansar.
Así que a darle duro a esta parte de la vida y sus cambios, no queda de otra...
A veces no nos damos cuenta que la vida es muy frágil, no prestamos atención a lo que somos y cómo lo expresamos, no consideramos lo que tenemos más allá de lo material, lo que logramos con sentimientos, no reflexionamos sobre nuestras vidas ni sobre nuestras muertes.
Y todo cambia muy rápido, un día puedes estar en un país y al otro haciéndote análisis múltiples para ver tu estado de salud, sabiendo que los proyectos que tenías planeados no se realizarán como lo hubieras pensado.
Mi salud está bien, la de mi mamá no, y pues no se trata de contarles qué tiene ni nada por el estilo, se trata de expresar lo que siento por el momento.
Lo primero que me vino a la mente fueron una serie de imágenes de mi abuelita enferma, los días buenos, los días malos, los días de tratamiento, los días postratamiento, los días donde se enteró de lo que tenía, los días de fortaleza, los de angustia, los de preocupación, los de tristeza, los de nostalgia... Son demasiadas imágenes, es como soñar en unos minutos y recordar todo con una claridad impresionante.
Yo pensé que eso había sido enterrado en los cajones más aislados de mi memoria, pero ahora parece que están tan accesibles esos recuerdos, que a veces sin concentrarme, recuerdo toda una serie de enventos que sucedieron hace 17 años.
Lo segundo que me sucedió fue una aceptación a que pues bueno, todos eventualmente morimos y desafortunadamente algunos enfermamos y por ello después morimos. Todo eso perseguido de una idea de que la ciencia y tecnología han avanzado mucho y ahora debo ver las cosas más positivamente.
¿Qué resta entonces?, apoyar en todo lo que se pueda, informarme, mantenerme tranquila porque el estrés no le ayuda a nadie, sacar fuerza interna llena de pensamientos positivos, proponer nuevos proyectos, etc.
No está siendo fácil, y aunque tengo el apoyo de mi pareja, de mamu y teo, de mis amigos, de mi familia, quisiera ser un mejor apoyo para mi mamá y a veces siento que no lo soy.
Sé que no puedo hacer más, sé que no está en mis manos más que apoyar, acompañar, animar, escuchar y ser paciente, pero cuesta muchísimo trabajo y es muy desgastante.
Ahora me queda reflexionar sobre mi vida, sobre la vida que tengo al lado de mi mamá, aprovechar todos los momentos que se presenten donde podamos estar juntas, y saber que si algún día me llegara a pasar lo mismo, al menos estaré preparada diciendo: bueno, viví como quise vivir, hice lo que quise hacer, luché por lo que realmente quise, amé lo que elegí amar, viví lo que elegí vivir, sentí con vida, viví con verdad y ahora sólo me queda descansar.
Así que a darle duro a esta parte de la vida y sus cambios, no queda de otra...
8.26.2014
Las paredes ¿blancas?
Desde pequeña tengo un problema, cuando veo una pared blanca, tengo que llenarla... eso no significa que me de miedo la hoja en blanco o el lienzo blanco o la pared blanca, pero sí que necesito tener colores, formas, imágenes que inciten mi vista, que me den un espacio de tranquilidad.
Últimamente he ido a hospitales, y realmente me pone en un estado de desesperación eso de ver paredes en blanco, amplias paredes sin ningún adorno, algunas veces un cuadro no de muy buena calidad, pero bueno, no voy a criticar eso, sino hablar de mi problema de paredes vacías.
Podría definirlo de otra forma y no como un problema, podría ser una pequeña obsesión, pero cuando me encuentro en lugares así, vacíos, esa inestabilidad, esa ansiedad de agarrar un lápiz o pluma y pintar aunque sea una bolita o una raya es muy desconcertante.
Y sí, me sucedía desde chiquita, pintaba las paredes, sugería a mis papás que pusieran algún cuadro, me encantaban y me encantan todavía Miró y Picasso, me gustaban los pájaros de Klee... y bueno, eso se fue traduciendo en que a fuerzas las paredes de donde vivo o donde estoy están llenas de imágenes, incluso el marco de la pantalla de mi computadora tiene postits con "cosas que tengo que hacer" dibujos, bocetos, lluvias de ideas, recetas, etc.
Entonces, ayer, esperando al doctor pensaba, ¿tendré una obsesión por saturamiento visual? Y entonces dije, a ver anita, en la publicación anterior escribiste sobre la contaminación sonora y ahora te das cuenta que tienes una obsesión por el saturamiento visual...¿acaso tienes cierto gusto por la contaminación visual?
Fue ahí cuando me quedé pensando en las calles de la ciudad, son como paredes en el camino, pero no me gustan los anuncios espectaculares, aunque sí me gustan los rótulos, los graffitis, las cartulinas creativas que anuncian lo que venden los negocios... es como una contradicción a analizar profundamente y por eso dije, puede ser un problema, sin embargo no es algo grave jiji a menos que tuviera T.O.C y entonces mi desorden de imágenes me causara conflictos.
¡Definitivamente existe contaminación y saturación visual en esta ciudad!
Lo más extraño es que eso no me moleste, al contrario, como que regreso de dar un paseo en la calle y me siento inspirada, así como venía y volcaba las narraciones del metro o el micro, podría narrar lo que veo en las calles, en un simple paseo con los monstruitos. Tantas y tantas cosas que podría decir al respecto, hay veces que hasta imagino cuentos de cómo llegó una camiseta olvidada en el camellón, o cómo consiguió un cable de audífonos un pájaro y ahora lo usa como nido. Pero bueno, son de esas cosas que no hago y sólo escribo o boceto en alguno de los tantos papelitos con notas a mi alrededor.
Así que la sobresaturación visual y mi tranquilidad en un embotellamiento son fenómenos extraños a analizar... y mientras tanto, seguiré poniéndole color a las paredes blancas.
Últimamente he ido a hospitales, y realmente me pone en un estado de desesperación eso de ver paredes en blanco, amplias paredes sin ningún adorno, algunas veces un cuadro no de muy buena calidad, pero bueno, no voy a criticar eso, sino hablar de mi problema de paredes vacías.
Podría definirlo de otra forma y no como un problema, podría ser una pequeña obsesión, pero cuando me encuentro en lugares así, vacíos, esa inestabilidad, esa ansiedad de agarrar un lápiz o pluma y pintar aunque sea una bolita o una raya es muy desconcertante.
Y sí, me sucedía desde chiquita, pintaba las paredes, sugería a mis papás que pusieran algún cuadro, me encantaban y me encantan todavía Miró y Picasso, me gustaban los pájaros de Klee... y bueno, eso se fue traduciendo en que a fuerzas las paredes de donde vivo o donde estoy están llenas de imágenes, incluso el marco de la pantalla de mi computadora tiene postits con "cosas que tengo que hacer" dibujos, bocetos, lluvias de ideas, recetas, etc.
Entonces, ayer, esperando al doctor pensaba, ¿tendré una obsesión por saturamiento visual? Y entonces dije, a ver anita, en la publicación anterior escribiste sobre la contaminación sonora y ahora te das cuenta que tienes una obsesión por el saturamiento visual...¿acaso tienes cierto gusto por la contaminación visual?
Fue ahí cuando me quedé pensando en las calles de la ciudad, son como paredes en el camino, pero no me gustan los anuncios espectaculares, aunque sí me gustan los rótulos, los graffitis, las cartulinas creativas que anuncian lo que venden los negocios... es como una contradicción a analizar profundamente y por eso dije, puede ser un problema, sin embargo no es algo grave jiji a menos que tuviera T.O.C y entonces mi desorden de imágenes me causara conflictos.
¡Definitivamente existe contaminación y saturación visual en esta ciudad!
Lo más extraño es que eso no me moleste, al contrario, como que regreso de dar un paseo en la calle y me siento inspirada, así como venía y volcaba las narraciones del metro o el micro, podría narrar lo que veo en las calles, en un simple paseo con los monstruitos. Tantas y tantas cosas que podría decir al respecto, hay veces que hasta imagino cuentos de cómo llegó una camiseta olvidada en el camellón, o cómo consiguió un cable de audífonos un pájaro y ahora lo usa como nido. Pero bueno, son de esas cosas que no hago y sólo escribo o boceto en alguno de los tantos papelitos con notas a mi alrededor.
Así que la sobresaturación visual y mi tranquilidad en un embotellamiento son fenómenos extraños a analizar... y mientras tanto, seguiré poniéndole color a las paredes blancas.
8.22.2014
contaminación sonora
Si te despiertas muy temprano, a eso de las 4am el entorno suenta tranquilo, los ronquidos de los perritos, la respiración de nosotros, algún camión, trailer o posible taxi que pasan por la calle, algún avión...
Pero eso dura poco, vivir en una ciudad siempre es muy escandaloso. Tanto, que cuando sales al campo se te hace extraño no escuchar aviones, helicópteros, cláxons, murmullo de la gente, licuadoras, aspiradoras, radios a todo volumen.
Al lado del departamento ha habido talleres mecánicos casi siempre, realmente es molesto, el sonido de sus aspiradoras, de sus herramientas eléctricas, pulidoras, pistolas de pintura, hasta las grúas que entran y salen continuamente y el radio que ponen los mecánicos.
También están los vecinos acomplejados que lavan ropa todo el día, y la lavadora suena y suena queriendo escapar de su horrible trabajo.
Los niños llorando y haciendo berrinche, los vecinos peleando, las vecinas echando chisme, y los sonidos de la calle, se escuchan siempre.
Y entonces te das cuenta que todo el día tu sentido del oído está saturado, no tiene descanso, se llena y definitivamente llega un momento en que aísla por costumbre todos los sonidos molestos, ya no te percatas de que existan, a menos que requieras un momento de concentración, de paz, de escuchar palabras de alguien más, de escuchar una rola que te gusta, de escuchar tu propia respiración.
Es parte de la adaptación a una ciudad, adaptarte al sonido, hacerte de oídos sordos y aprender a comunicarte a gritos; gritar en las calles, gritar en el metro, gritar al teléfono, generando más y más contaminación auditiva.
Hace poco hicieron una medición de los niveles de sonido en la Ciudad de México, lo hizo la Fonoteca Nacional, y los datos arrojaron resultados esperados, nos excedemos del límite superior recomendable que es de 55 decibeles (dB). Las mediciones se realizaron en el Centro Histórico, Chapultepec, Aeropuerto, Coyoacán, estación del Metro Insurgentes. En Reforma y Chivatito por ejemplo, se reportaron entre 77 y 88 dB a las 12 del día.
El mismo estudio destaca que el oído necesita algo más de 16 horas de reposo para compensar dos horas de exposición a 100dB (antro ruidoso). Los sonidos de más de 120dB (concierto de rock o volumen muy alto en auriculares) pueden dañar el oído interno provocando pérdidas de audición. También se encontró que algunas zonas de la ciudad por su afluencia llegan a alcanzar 100dB.
Las consecuencias son varias:
-Físicas: Presión arterial, modificación del ritmo respiratorio, tensión muscular, dolor de cabeza, silbido en los oídos.
-Psicológicas: Estrés, irritabilidad, trastornos del sueño, mala memoria, falta de atención.
pero pareciera como si no nos importaran, como dije, parece que es una cuestión de adaptación y de oídos sordos.
Se supone que después de este estudio se implementó una ley donde se multarán a los que excedan de 62 decibeles, pero la verdad esto no ocurre. Tenemos el ejemplo de los vendedores de música en los vagones de metro, definitivamente sobrepasan este nivel límite y cuando les dices que le bajen todos te tiran de a loco. Así mismo sucede en los paraderos de micros, en las calles congestionadas, en tantos lugares de la ciudad, yo me pregunto ¿vivir en una ciudad significa tener que soportar esto, como decía, adaptarse a la contaminación de todo tipo?
Por eso cuando salgo de la ciudad disfruto esos silencios que hay en el campo, esos sonidos del aire, las hojas de los árboles, los insectos, los pájaros... acá, difícilmente podemos apreciar todo eso, triste pero verdadero, así las cosas en las metrópolis.
Por aquí dejo una tabla, me resulta muy gracioso que en el estudio se hable tan mal de los conciertos de rock, como si los conciertos de banda, reggaeton, los palenques o cualquier otro concierto masivo no generaran tantos decibeles. También las pisadas de mis vecinos, con tacones son más escandalosas de los 10 dB jiji!
*Nota sobre contaminación sonora: http://www.conaculta.gob.mx/detalle-nota/?id=22821#.U_eFGvl5OWg
Pero eso dura poco, vivir en una ciudad siempre es muy escandaloso. Tanto, que cuando sales al campo se te hace extraño no escuchar aviones, helicópteros, cláxons, murmullo de la gente, licuadoras, aspiradoras, radios a todo volumen.
Al lado del departamento ha habido talleres mecánicos casi siempre, realmente es molesto, el sonido de sus aspiradoras, de sus herramientas eléctricas, pulidoras, pistolas de pintura, hasta las grúas que entran y salen continuamente y el radio que ponen los mecánicos.
También están los vecinos acomplejados que lavan ropa todo el día, y la lavadora suena y suena queriendo escapar de su horrible trabajo.
Los niños llorando y haciendo berrinche, los vecinos peleando, las vecinas echando chisme, y los sonidos de la calle, se escuchan siempre.
Y entonces te das cuenta que todo el día tu sentido del oído está saturado, no tiene descanso, se llena y definitivamente llega un momento en que aísla por costumbre todos los sonidos molestos, ya no te percatas de que existan, a menos que requieras un momento de concentración, de paz, de escuchar palabras de alguien más, de escuchar una rola que te gusta, de escuchar tu propia respiración.
Es parte de la adaptación a una ciudad, adaptarte al sonido, hacerte de oídos sordos y aprender a comunicarte a gritos; gritar en las calles, gritar en el metro, gritar al teléfono, generando más y más contaminación auditiva.
Hace poco hicieron una medición de los niveles de sonido en la Ciudad de México, lo hizo la Fonoteca Nacional, y los datos arrojaron resultados esperados, nos excedemos del límite superior recomendable que es de 55 decibeles (dB). Las mediciones se realizaron en el Centro Histórico, Chapultepec, Aeropuerto, Coyoacán, estación del Metro Insurgentes. En Reforma y Chivatito por ejemplo, se reportaron entre 77 y 88 dB a las 12 del día.
El mismo estudio destaca que el oído necesita algo más de 16 horas de reposo para compensar dos horas de exposición a 100dB (antro ruidoso). Los sonidos de más de 120dB (concierto de rock o volumen muy alto en auriculares) pueden dañar el oído interno provocando pérdidas de audición. También se encontró que algunas zonas de la ciudad por su afluencia llegan a alcanzar 100dB.
Las consecuencias son varias:
-Físicas: Presión arterial, modificación del ritmo respiratorio, tensión muscular, dolor de cabeza, silbido en los oídos.
-Psicológicas: Estrés, irritabilidad, trastornos del sueño, mala memoria, falta de atención.
pero pareciera como si no nos importaran, como dije, parece que es una cuestión de adaptación y de oídos sordos.
Se supone que después de este estudio se implementó una ley donde se multarán a los que excedan de 62 decibeles, pero la verdad esto no ocurre. Tenemos el ejemplo de los vendedores de música en los vagones de metro, definitivamente sobrepasan este nivel límite y cuando les dices que le bajen todos te tiran de a loco. Así mismo sucede en los paraderos de micros, en las calles congestionadas, en tantos lugares de la ciudad, yo me pregunto ¿vivir en una ciudad significa tener que soportar esto, como decía, adaptarse a la contaminación de todo tipo?
Por eso cuando salgo de la ciudad disfruto esos silencios que hay en el campo, esos sonidos del aire, las hojas de los árboles, los insectos, los pájaros... acá, difícilmente podemos apreciar todo eso, triste pero verdadero, así las cosas en las metrópolis.
Por aquí dejo una tabla, me resulta muy gracioso que en el estudio se hable tan mal de los conciertos de rock, como si los conciertos de banda, reggaeton, los palenques o cualquier otro concierto masivo no generaran tantos decibeles. También las pisadas de mis vecinos, con tacones son más escandalosas de los 10 dB jiji!
*Nota sobre contaminación sonora: http://www.conaculta.gob.mx/detalle-nota/?id=22821#.U_eFGvl5OWg
8.20.2014
Lo intentaré
Ha pasado mucho tiempo, yo creo que como tres años, ¡tres fabulosos años la verdad!
En resumen... en resumen... me chocan los resúmenes, prefiero las síntesis, pero la verdad me gusta la contadera y contadera sin orden específico, así como un sueño desarrollándose en muchas noches diferentes, flashasos o balazos de información que la memoria captura a su gusto y luego tratas de poner en orden para encontrarle coherencia pero no se puede.
Así que bueno, lo que ha pasado en estos 3 años es mucho...
Mamu ya creció, más, sí más, para todos lados y dejó de ser la hiperactiva pastor alemán a la flojita consentida, además desafortunadamente tiene hipotiroidismo, así que se agrandó no como todos piensan que engordó, sino que se agrandaron sus órganos y por lo tanto todo su torso para que cupieran. Afortunadamente lo detectamos a tiempo y ahora con el tratamiento está recuperando su cintura y ya no parece burro para planchar. Mamu ahora está acompañada del fabuloso Teo, el labrador del monstruito... Somos 4 monstruos en un departamento lleno de pelos. Teo es un flojonaso, pasa todo el día durmiendo, ahorrando energías para que a la hora de su paseo pueda correr por todos lados, marcar todos los arbolitos, oler todas las pipís, recoger todas las botellas de plástico que se encuentre en su camino. Tiene un carácter muy diferente a la mamu, pero creo que se complementan, finalmente es similar al carácter del monstruito así como Mamu se parece a mi (más allá de lo greñuda despeinada). Entre Mamu y Teo es más difícil circular en la casa, pero definitivamente siempre sacan sonrisas en mi.
¿Qué más ha sucedido? Bueno, la tesis ahí quedó, en revisión, y definitivamente me desesperé de seguir esperando (por chafa que eso suene) y pasé por un periodo de frustración muy complicado (debí de haber escrito aquí durante ese tiempo, pero no, llené cuadernos y notitas)... y un día, así como dicen, de la noche a la mañana dije : ¡A la chingada! Siempre he querido ser artista, pues eso haré, aprenderé más, me desoxidaré (o puliré) y a darle a la pintura, a la fotografía y demás artes.
Tomé un curso de creación de alebrijes con los Linares (ya les contaré más de ellos, realmente merecen ser citados en muchos escritos de arte, artesanía y cultura de México)... y empecé a trabajar monstruos de papel periódico, de cartón, de alambre, Judas, talleres para niños, más cursos, lo más reciente, títeres. Qué emoción saber que el papel puede expresar tanta locura de mi mente.
Y así también empecé a reinspirarme en música, en sentimientos, en libros, en poemas y salió mi primer exposición de pintura, cosa que realmente me tiene todavía muy muy contenta.
Por muchos años dije, no eso de artistear no es para mi, ¿cuál es el punto de mostrarse?¿para qué hacerle al ego? Pero al realizarlo, al estar ahí parada enfrente de mi pareja, de mi familia, de mis amigos, de conocidos curiosos, realmente dije, estoy compartíendoles un poquito más de mi, no es ir y decir ay yo hago esto y lo otro, es dejarlos sentir lo que yo sentí y que ellos experimenten y saquen sus propias conclusiones. El arte es también compartir, porque si la hiciéramos para nosotros y nunca la enseñáramos entonces tampoco sería un proceso de comunicación de nada (bueno, ahorita está muy revuelta mi cabeza tratando de explicar tres años como para ponerme a definir el arte)... pero el punto es que me sentí bien, sentí que por fin había logrado uno de mis sueños. Claro que he alcanzado muchos otros sueños, pero este era el guajiro, el que pensé que nunca haría por tiempo y por el camino que había elegido.
Pero sucedió, tomé un camino diferente y estoy realmente contenta con mis decisiones de estos tres años.
Todo lo que ha sucedido no ha sido fácil, no es fácil dejar de vivir sola para compartir tus días con la persona que quieres teniendo tus propios espacios y dándole sus propios espacios (entre dos perritos estorbos), no es fácil dejar el camino profesional que habías trazado para entrar a un camino artístico con planes o miras a hacerse también comunitario-social. No es fácil que la gente a tu alrededor entienda por qué tomas esas decisiones, si parecía que todo iba tan bien en tu vida. No es fácil explicar por qué ahora estoy agusto, contenta, motivada y a la vez preocupada por el futuro tan gris que como humanidad nos estamos haciendo. Pero es fácil ir sintiéndolo, ir viviéndolo, ir entendiéndolo, poder apoyar y sentirse apoyada, poder sonreir cada vez que creas un nuevo manchón en un lienzo, poder soñar con nuevos proyectos, poder compartir el arte y conocimiento con niños, con otras personas.
Pero bueno, creo que el punto de todo esto es que en estos años tuve la oportunidad de analizar y reflexionar mi vida y mis pasos, de correr sin prisa, correr largos tramos para pensar en lo que realmente quiero vivir de ahora en adelante y que está basado en mi libertad. Libertad de elección, libertad de pensamiento, libertad de sentimiento. Me siento, me pienso, me elijo. Y conforme a eso tomo mis decisiones diarias, hacer mis días interesantes, llenos de información, de inspiración, de bocetos, de imágenes, de proyectos, de sueños.... el único problema el el dinero, pero sé, que de alguna forma saldrá.
No seré rica de dinero pero sí tendré riqueza sentimental, artística, social, ¡hasta animal!
Así las cosas ahora, acompañada, contenta, querida, babeada al doble, más vieja, con otra cana, con menos arrugas y más músculos, así espero poder seguir escribiendo... hace falta, aunque solamente lo lea yo. A final de cuentas, logré volver a escribir como antes lo hacía en este blog, de un sentón, con un vaso de agua al lado, mientras pienso cómo haré el caldo que prepararé para la comida de hoy y pienso que debería de darme un baño y mientras boceto una nueva pintura y selecciono unas fotos para un concurso.
Me toma 15 min escribir, lo haré más seguido, también me gusta y me hace bien... así también desoxido esa parte literaria.
En resumen... en resumen... me chocan los resúmenes, prefiero las síntesis, pero la verdad me gusta la contadera y contadera sin orden específico, así como un sueño desarrollándose en muchas noches diferentes, flashasos o balazos de información que la memoria captura a su gusto y luego tratas de poner en orden para encontrarle coherencia pero no se puede.
Así que bueno, lo que ha pasado en estos 3 años es mucho...
Mamu ya creció, más, sí más, para todos lados y dejó de ser la hiperactiva pastor alemán a la flojita consentida, además desafortunadamente tiene hipotiroidismo, así que se agrandó no como todos piensan que engordó, sino que se agrandaron sus órganos y por lo tanto todo su torso para que cupieran. Afortunadamente lo detectamos a tiempo y ahora con el tratamiento está recuperando su cintura y ya no parece burro para planchar. Mamu ahora está acompañada del fabuloso Teo, el labrador del monstruito... Somos 4 monstruos en un departamento lleno de pelos. Teo es un flojonaso, pasa todo el día durmiendo, ahorrando energías para que a la hora de su paseo pueda correr por todos lados, marcar todos los arbolitos, oler todas las pipís, recoger todas las botellas de plástico que se encuentre en su camino. Tiene un carácter muy diferente a la mamu, pero creo que se complementan, finalmente es similar al carácter del monstruito así como Mamu se parece a mi (más allá de lo greñuda despeinada). Entre Mamu y Teo es más difícil circular en la casa, pero definitivamente siempre sacan sonrisas en mi.
¿Qué más ha sucedido? Bueno, la tesis ahí quedó, en revisión, y definitivamente me desesperé de seguir esperando (por chafa que eso suene) y pasé por un periodo de frustración muy complicado (debí de haber escrito aquí durante ese tiempo, pero no, llené cuadernos y notitas)... y un día, así como dicen, de la noche a la mañana dije : ¡A la chingada! Siempre he querido ser artista, pues eso haré, aprenderé más, me desoxidaré (o puliré) y a darle a la pintura, a la fotografía y demás artes.
Tomé un curso de creación de alebrijes con los Linares (ya les contaré más de ellos, realmente merecen ser citados en muchos escritos de arte, artesanía y cultura de México)... y empecé a trabajar monstruos de papel periódico, de cartón, de alambre, Judas, talleres para niños, más cursos, lo más reciente, títeres. Qué emoción saber que el papel puede expresar tanta locura de mi mente.
Y así también empecé a reinspirarme en música, en sentimientos, en libros, en poemas y salió mi primer exposición de pintura, cosa que realmente me tiene todavía muy muy contenta.
Por muchos años dije, no eso de artistear no es para mi, ¿cuál es el punto de mostrarse?¿para qué hacerle al ego? Pero al realizarlo, al estar ahí parada enfrente de mi pareja, de mi familia, de mis amigos, de conocidos curiosos, realmente dije, estoy compartíendoles un poquito más de mi, no es ir y decir ay yo hago esto y lo otro, es dejarlos sentir lo que yo sentí y que ellos experimenten y saquen sus propias conclusiones. El arte es también compartir, porque si la hiciéramos para nosotros y nunca la enseñáramos entonces tampoco sería un proceso de comunicación de nada (bueno, ahorita está muy revuelta mi cabeza tratando de explicar tres años como para ponerme a definir el arte)... pero el punto es que me sentí bien, sentí que por fin había logrado uno de mis sueños. Claro que he alcanzado muchos otros sueños, pero este era el guajiro, el que pensé que nunca haría por tiempo y por el camino que había elegido.
Pero sucedió, tomé un camino diferente y estoy realmente contenta con mis decisiones de estos tres años.
Todo lo que ha sucedido no ha sido fácil, no es fácil dejar de vivir sola para compartir tus días con la persona que quieres teniendo tus propios espacios y dándole sus propios espacios (entre dos perritos estorbos), no es fácil dejar el camino profesional que habías trazado para entrar a un camino artístico con planes o miras a hacerse también comunitario-social. No es fácil que la gente a tu alrededor entienda por qué tomas esas decisiones, si parecía que todo iba tan bien en tu vida. No es fácil explicar por qué ahora estoy agusto, contenta, motivada y a la vez preocupada por el futuro tan gris que como humanidad nos estamos haciendo. Pero es fácil ir sintiéndolo, ir viviéndolo, ir entendiéndolo, poder apoyar y sentirse apoyada, poder sonreir cada vez que creas un nuevo manchón en un lienzo, poder soñar con nuevos proyectos, poder compartir el arte y conocimiento con niños, con otras personas.
Pero bueno, creo que el punto de todo esto es que en estos años tuve la oportunidad de analizar y reflexionar mi vida y mis pasos, de correr sin prisa, correr largos tramos para pensar en lo que realmente quiero vivir de ahora en adelante y que está basado en mi libertad. Libertad de elección, libertad de pensamiento, libertad de sentimiento. Me siento, me pienso, me elijo. Y conforme a eso tomo mis decisiones diarias, hacer mis días interesantes, llenos de información, de inspiración, de bocetos, de imágenes, de proyectos, de sueños.... el único problema el el dinero, pero sé, que de alguna forma saldrá.
No seré rica de dinero pero sí tendré riqueza sentimental, artística, social, ¡hasta animal!
Así las cosas ahora, acompañada, contenta, querida, babeada al doble, más vieja, con otra cana, con menos arrugas y más músculos, así espero poder seguir escribiendo... hace falta, aunque solamente lo lea yo. A final de cuentas, logré volver a escribir como antes lo hacía en este blog, de un sentón, con un vaso de agua al lado, mientras pienso cómo haré el caldo que prepararé para la comida de hoy y pienso que debería de darme un baño y mientras boceto una nueva pintura y selecciono unas fotos para un concurso.
Me toma 15 min escribir, lo haré más seguido, también me gusta y me hace bien... así también desoxido esa parte literaria.
10.23.2011
de lo rico
Qué rico es sentirse bien! despertar abrazados, sentir su respiración sobre mi cabello, sentir un beso en mi frente, decir buenos días y ¿qué vamos a hacer este día cerebro? ver su primer sonrisa y saber que yo también estoy sonriendo...
Qué rico es disfrutar de la vida, de los pequeños momentos, de los atardeceres claros de octubre, con el viento frío mientras paseo a mamu y peleo con ella por su terquedad... Qué rico es disfutar los amaneceres, más fríos, viendo a mamu perseguir las pequeñas partículas de polvo que se ven por los primeros rayos del sol.
Qué rico es comer rico, disfrutar tantas delicias, día tras día.
Qué rico es leer un buen libro por las mañanas o por las madrugadas.
Qué rico es volver a correr, volver a sentir, volver a escribir... qué rico es saber que todo tu esfruerzo sirve para algo... qué rico es lo rico de la vida...
Y apesar de tantas cosas tan horribles que suceden, apesar de mi pesimismo, de mis tristezas, de mis frustraciones y decepciones, sigo pensando que todo lo que tenemos aquí, en este mundo que nunca apreciamos, es muy muy rico...
Así es este pequeño regreso a este mundo de escribir porque es necesario volver a sentir.
Qué rico es disfrutar de la vida, de los pequeños momentos, de los atardeceres claros de octubre, con el viento frío mientras paseo a mamu y peleo con ella por su terquedad... Qué rico es disfutar los amaneceres, más fríos, viendo a mamu perseguir las pequeñas partículas de polvo que se ven por los primeros rayos del sol.
Qué rico es comer rico, disfrutar tantas delicias, día tras día.
Qué rico es leer un buen libro por las mañanas o por las madrugadas.
Qué rico es volver a correr, volver a sentir, volver a escribir... qué rico es saber que todo tu esfruerzo sirve para algo... qué rico es lo rico de la vida...
Y apesar de tantas cosas tan horribles que suceden, apesar de mi pesimismo, de mis tristezas, de mis frustraciones y decepciones, sigo pensando que todo lo que tenemos aquí, en este mundo que nunca apreciamos, es muy muy rico...
Así es este pequeño regreso a este mundo de escribir porque es necesario volver a sentir.
6.29.2011
Por fin con trompeta
Siempre me ha gustado la música, soy como dirían muchos "mamona" al respecto, no me gusta toda la música, mucha me desespera y me pone de malas, me gusta más lo clásico, y no me refiero solamente a la música clásica, sino lo clásico en todos los géneros, bueno no en todos, porque hay ciertos pseudo géneros que realmente ni deberían de ser llamados música... en fin, sí, suena mamón todo eso... ni modo.
Desde chiquita escuchaba música, mis papás son fanáticos de la música clásica, del jazz, bossanova, pink floyd, led zeppelin, beatles, rolling, etc... y claro, era lo único que escuchaba, además de Cri crí, los hermanos rincón y otras cosas raras para niños.
Recuerdo la música de Pedro y el lobo de Prokófiev y cómo me explicaba mi mamá qué personaje interpretaba cada instrumento... y desde ese entonces, aunque nunca lo hice realmente público, me encantó la trompeta.
Tengo que decir que tengo serios problemas musicales, recuerdo la tonada, soy entonada, pero me da pena cantar, y también tiendo a olvidar nombres de artistas, canciones o discos, es horrible que me suceda eso... luego me preguntan: ¿conoces a tal o tal canción? y yo me quedo con cara de ni idea... pero si me la tararean digo ahhh sí! ya ya... Mal por mi!
Bueno, pero entonces la trompeta se me hacía y se me sigue haciendo un instrumento muy peculiar, el sonido que produce es el sonido del intérprete, sí, evidentemente con notas y demás, pero se escucha como la voz interior del intérprete (sí, soy mamoncísima definitivamente jaja), y pues escuchas su respiración, su sentimiento, su deleite por la música, hay otros instrumentos de viento muy complicados, el saxofón, la flauta tranversal, el oboe o el clarinete o cualquiera, todos muy interesantes, pero el que a mi me pone rete loquita es la trompeta.
Así que a los 30 años con algunos meses decidí comprarme mi trompeta, busqué, no quería una nueva, y lo que diré a continuación sonará raro y mamón, pero quería algo usado que tuviera cierto sentimiento de alguien más, jaja algo así como el violín rojo, que siguiera transmitiendo sentimientos musicales de personas diferentes... y bueno, se supone que la que conseguí es checa, posíblemente tocada por un trompetista de música clásica, suena re bonito, jaja evidentemente bajo mi boca, labios y pulmones todavía suena como elefante sonándose los mocos, pero pronto pronto sonará bien, y sonará a mi y haré algo que nunca he hecho en mi vida, haré música y pondré títulos fáciles a mi música porque sino no recordaré ninguno jajaja... no es cierto...
Así siguen los cambios en mi vida, y así sigo pintando las paredes de nuevas notas, de nuevas ideas y nuevas creaciones.
Estoy muy contenta!
nota: mamu primero ladró y aulló, ahora mejor se va al cuarto y se mete debajo de la cama, ha de decir ana es caso perdido
Desde chiquita escuchaba música, mis papás son fanáticos de la música clásica, del jazz, bossanova, pink floyd, led zeppelin, beatles, rolling, etc... y claro, era lo único que escuchaba, además de Cri crí, los hermanos rincón y otras cosas raras para niños.
Recuerdo la música de Pedro y el lobo de Prokófiev y cómo me explicaba mi mamá qué personaje interpretaba cada instrumento... y desde ese entonces, aunque nunca lo hice realmente público, me encantó la trompeta.
Tengo que decir que tengo serios problemas musicales, recuerdo la tonada, soy entonada, pero me da pena cantar, y también tiendo a olvidar nombres de artistas, canciones o discos, es horrible que me suceda eso... luego me preguntan: ¿conoces a tal o tal canción? y yo me quedo con cara de ni idea... pero si me la tararean digo ahhh sí! ya ya... Mal por mi!
Bueno, pero entonces la trompeta se me hacía y se me sigue haciendo un instrumento muy peculiar, el sonido que produce es el sonido del intérprete, sí, evidentemente con notas y demás, pero se escucha como la voz interior del intérprete (sí, soy mamoncísima definitivamente jaja), y pues escuchas su respiración, su sentimiento, su deleite por la música, hay otros instrumentos de viento muy complicados, el saxofón, la flauta tranversal, el oboe o el clarinete o cualquiera, todos muy interesantes, pero el que a mi me pone rete loquita es la trompeta.
Así que a los 30 años con algunos meses decidí comprarme mi trompeta, busqué, no quería una nueva, y lo que diré a continuación sonará raro y mamón, pero quería algo usado que tuviera cierto sentimiento de alguien más, jaja algo así como el violín rojo, que siguiera transmitiendo sentimientos musicales de personas diferentes... y bueno, se supone que la que conseguí es checa, posíblemente tocada por un trompetista de música clásica, suena re bonito, jaja evidentemente bajo mi boca, labios y pulmones todavía suena como elefante sonándose los mocos, pero pronto pronto sonará bien, y sonará a mi y haré algo que nunca he hecho en mi vida, haré música y pondré títulos fáciles a mi música porque sino no recordaré ninguno jajaja... no es cierto...
Así siguen los cambios en mi vida, y así sigo pintando las paredes de nuevas notas, de nuevas ideas y nuevas creaciones.
Estoy muy contenta!
nota: mamu primero ladró y aulló, ahora mejor se va al cuarto y se mete debajo de la cama, ha de decir ana es caso perdido
6.22.2011
momentos de vida
¿Qué haces cuando en cuestión de fracción de segundos sabes que todo se puede terminar?
Es cierto que repasas ciertas cosas que sucedieron en tu vida, momentos o situaciones que cambiaron el rumbo de ésta. Pero tampoco es como pasa en las películas, que tenemos flashbacks de imágenes desde que nacemos hasta este punto de nuestras vidas... jajaja patrañas hollywoodenses.
Hoy en la mañana venía regresando del parque, mamu jugó mucho, estaba molestando y terqueando demasiado, tal vez me desesperó, y tal vez hizo que prestara un poco más de atención a las cosas.
Iba regresando en el carro, por división del norte, atrás de un micro, y enfrente de un camión de cascajo. Mamu se sentó detrás de mi asiento, iba viendo a un perrito en el camellón.
De pronto el micro se frena inesperadamente, yo pienso, el camión de atrás viene muy pegado a mi, no se alcanzará a frenar... vamos a unos 50-60 km/hr, me voy a estampar, se me van a embarrar... ya fui...
Veo a Mamu en el retrovisor, va viendo al perrito, pienso lo feliz que me ha hecho y espero haberlo hecho feliz, pienso que la acababa de regañar por embarrarme de lodo, sonrío... pienso que mi vida ha sido buena, he viajado, he amado, he disfrutado, he hecho lo que he querido, pienso que me faltan cosas por hacer, pestañeo, sí pestañeo (acción que casi nunca me sucede)... reacciono y digo, hoy no toca! retrovisor lateral, volantazo, perfecto escape... me contratrarían en una película de persecusiones de carros, jaja síiii claro!
El camión de cascajo frenó pero no pudo detenerse por completo, se estampó con el micro de enfrente, no fue tan fuerte el golpe, pero si hubiera estado ahí, no me salvo... y menos mamu...
Mañana su cinturón, que ya tengo...
Qué bueno que el hubiera no existe ni nunca ha existido.
Claro que sé que era poca la velocidad, que fue buena mi reacción, que tuve suerte que no pasara otro carro...
Pero son de las situaciones que te hacen pensar, y te hacen replantearte ciertas cosas.
Así que hoy empiezo nuevos proyectos, termino otros y vivo, porque hoy toca vivir!
Es cierto que repasas ciertas cosas que sucedieron en tu vida, momentos o situaciones que cambiaron el rumbo de ésta. Pero tampoco es como pasa en las películas, que tenemos flashbacks de imágenes desde que nacemos hasta este punto de nuestras vidas... jajaja patrañas hollywoodenses.
Hoy en la mañana venía regresando del parque, mamu jugó mucho, estaba molestando y terqueando demasiado, tal vez me desesperó, y tal vez hizo que prestara un poco más de atención a las cosas.
Iba regresando en el carro, por división del norte, atrás de un micro, y enfrente de un camión de cascajo. Mamu se sentó detrás de mi asiento, iba viendo a un perrito en el camellón.
De pronto el micro se frena inesperadamente, yo pienso, el camión de atrás viene muy pegado a mi, no se alcanzará a frenar... vamos a unos 50-60 km/hr, me voy a estampar, se me van a embarrar... ya fui...
Veo a Mamu en el retrovisor, va viendo al perrito, pienso lo feliz que me ha hecho y espero haberlo hecho feliz, pienso que la acababa de regañar por embarrarme de lodo, sonrío... pienso que mi vida ha sido buena, he viajado, he amado, he disfrutado, he hecho lo que he querido, pienso que me faltan cosas por hacer, pestañeo, sí pestañeo (acción que casi nunca me sucede)... reacciono y digo, hoy no toca! retrovisor lateral, volantazo, perfecto escape... me contratrarían en una película de persecusiones de carros, jaja síiii claro!
El camión de cascajo frenó pero no pudo detenerse por completo, se estampó con el micro de enfrente, no fue tan fuerte el golpe, pero si hubiera estado ahí, no me salvo... y menos mamu...
Mañana su cinturón, que ya tengo...
Qué bueno que el hubiera no existe ni nunca ha existido.
Claro que sé que era poca la velocidad, que fue buena mi reacción, que tuve suerte que no pasara otro carro...
Pero son de las situaciones que te hacen pensar, y te hacen replantearte ciertas cosas.
Así que hoy empiezo nuevos proyectos, termino otros y vivo, porque hoy toca vivir!
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