De regreso en el 3.... narraciones de un autobus

Pues si, ya me había tardado en escribir esto, pero es que nadamás de acordarme me da coraje, sí soy muy corajuda, pero bueno, nimodo.
El Lunes por la mañana regresé al DF, llegué a las 9:30 a la estación de autobuses de Cuernavaca y compré un boleto para el camión de las 9:46, el lugar estaba lleno, así que me fui formando para la inspección de maletas y detector de metales; atrás de mi había un señor fumando puro, ah, qué desagradable!!!, creo que conforme pasan los años me vuelvo más intolerante a ciertas cosas (y creo que por ese olor permanecí mareada el resto del día).
Subí al autobus, y mi asiento era el número 3, ventanilla. (aguantenme, voy por mi cena)
Me senté, acomodé mis chivas, incliné un poco el asiento, me puse mis audífonos, saqué mi librito y chan chan chan chan.... una señora se me queda viendo fijamente como por 5 segundos, con una mueca bastante desagradable... yo dije para mis adentros, pos qué hice???....
La señora era como de unos 65 años, cabello blanco, peinado en chongo alto, muy estilo ago go, bueno, tal vez esa idea me dio por el vestido que traía puesto, muy retro, con bolas rojas grandotas y sobre un pantalón blanco, con pulseras gruesas y grandotas, como de plástico....
Me quité los audífonos, bajé mi libro y le dije buenos días con tono amable.
La señora en vez de contestar propiamente puso una cara todavía peor y así comenzó todo.
Señora agogo- Niñita, estás sentada en mi lugar!!!!
Ana- mmm, ¿qué número de asiento tiene?
S- El 4!!! así que cambiate a tu lugar!!!!
A- Señora, me disculpará usted, pero el 4 es pasillo, es el que está desocupado, al lado mio.
S- Tú cómo vas a saber?
A- Hay unos dibujitos, mire-le enseñé las señalizaciones de lugar y descripción en el guarda equipaje- el 3 es ventanilla, el 4 es pasillo.
S- No te creo.
A- Pues no es mi problema, siéntese que está obstaculizando el paso.
S- Pues no me siento hasta que no me des mi lugar y el mio es ese, la ventanilla.
A- Mire señora, si me lo hubiera pedido amablemente desde un principio, y si tuviera algo de razón en su argumento, le cedería mi lugar, pero así NO!!! Pregúntele al chofer sobre los asientos y resignese a sentarse en donde le corresponde
S- Niña majadera!!!!
La viejita se salió a preguntarle al chofer, el chofer le dijo lo que yo le dije, y la señora regresó enojadísima a sentarse...
Evidentemente yo ni la voltee a ver, pero todo el camino se la pasó molestándome. En cuanto yo empezaba a caer dormida (cosa que casi siempre hago en ese camioncito), la señora se movía, me daba un codazo "no intencionado", o repetía (casi por todo el camino) "esta juventud de ahora no tiene respeto por los mayores... lo que me hizo no tiene perdón, es un pecado y falta de respeto, cómo cambia el mundo....."
Bueno, la señora se bajó antes de la parada oficial, por suerte, y me volteo a ver con cara de indignada, no pude evitar sacar lo niña que tanto me criticó y le saqué la lengua y me reí, reí como loca, sí, por un buen rato, pero pues maldita vieja.
Ese fue mi regreso de semana santa, nada de santos estacionamientos en movimiento, ni santas horas en el tráfico, pero santa terquedad y prepotencia!!!!