En el mercado

Llegué al vacío de casa, se respiraba polvo, humedad, casa con olor a encerrado. Abrí todas las ventanas, y me asomé adentro de mi refrigerador.
Por lo general siempre está desbordando de cosas, pero hoy, nada, no dejé nada... bueno, sólo en el congelador, pero en el refri ni para hacerte una quesadilla a la universitaria.
Entonces tomé el micro y me llevó al mercado más cercano a mi casa (el de coyoacán), me parece un mercado caro y siempre extraño el mercado de cholula, ya tenía a mis marchantitas... siempre me regalaban frutas o verduras.
Aquí es la primera vez en casi un año estando en el DF que compro fruta en el mercado de coyoacán, caminé y analicé los puestos de frutas y verduras, por fin me fui al de una señora... desde que llegué me dijo,
-Pásele niña güerita
(mmm, ni una ni otra), pero pues me recibió con un mango manila, así que no pude resistirme.
-Aquí los que compran, terminan comiendo, jaja.
(Bueno). Si me alimenta de mango, mamey, mandarina, piña, no me quejo.
Y pues si, mientras pedía, la señora me iba dando más y más pedazos de fruta... Mi panza se llenó de frutitas y terminé comprando mucho; ahora mi refri, mi mesa y mi lavabo está lleno de fruta, ahh que rico!!! Y mi casa huele a frutitas en lugar de humedad y polvo (también porque ya barrí, jaja).
Después de todo no me salió tan caro y escogí buen lugar...
(este post estuvo muy aburrido, jaja, bueno, de vez en cuando es válido)