11.12.2010

amontonamiento cerebral

Son casi las 7 de la noche. Ha sido un día largo, como todos los días recientemente... podría decirse que viví más este año porque estuve más tiempo despierta, JA!
En fin, tengo un amontonamiento mental, no sé por dónde empezar en nada... Aquí he tratado de escribir desde hace varios días, sin suerte alguna, por x o y circunstancia.
La tesis me agobia, cualquier otro trabajo que esté realizando también... estoy cansada de tanta lucha por nada.
Pero bueno, quedan estos pequeños espacios. Debo narraciones, pero no sé por cuál empezar, o no sé si debería de escribir la impresiones de mi último viaje. Así que dejemos que las palabras fluyan solas, si es que todavía pueden y no las he reprimido también.
Tengo frío, no me gusta porque es un frío extraño, recorre mi cuerpo causando escalofríos, y eso me da más frío. Es raro porque casi nunca siento este tipo de frío, sólo cuando estoy enferma, pero no estoy enferma.
Mi viaje estuvo bien, fue muy diferente a otros viajes, estoy acostumbrada a viajar sola, o viajar un poco menos presionada, o con personas que conozco más. Ahora no fue así, viajé con mi papá, no hacíamos esto desde que yo tenía 8 años... Y eso claro que es extraño. Me dí cuenta que no lo conozco realmente, pero que puedo suponer varias cosas de él. También me dí cuenta que puedo ser paciente otra vez, aunque no lo parezca. Pero eso sí, no disfruto igual un viaje así.
Hubieron muchos momentos de tensión, momentos donde sólo quería explotar y decir tantas cosas que me han dolido tanto por tantos años, momentos tristes, momentos alegres, momentos de burla, momentos de decepción.
Pero encontré lo que iba a buscar, un momento para mi... Estaba acompañanda (toooodo el tiempo), pero Ana y ana tuvieron muchos momentos solas... Pensé en tantas cosas que la cabeza me dolía, pensé en tanta vida que dije ya fueron suficientes neuronas. Y no llegué a nada... estoy confundida.
Ver tantos museos, recordar lo mucho que me gusta Picasso, Miró, Chillida fue impresionantemente gratificante. Al ver sus obras, después de haber derramado por lo menos una lágrima, sonreía, sonreía auténticamente, pensaba en lo que estarían pensando, lo que estarían intentando plasmar, los terremotos cerebrales en los que se verían envueltos... la pintura, el olor al óleo, las texturas con las que expresaban tanto.
Ver calles, encontrarles detalles inusuales, encontrarles la vida del ser humano recordando que vive ahí y no que sólo transita por ahí, encontrarme con los espacios públicos tomados, recuperados, expresivos, apasionados también fue algo muy bueno. Me hizo pensar que tal vez se puede, tal vez la ciudad no cayó encima de nosotros por completo, que tenemos una pequeña oportunidad de hacernos visibles nuevamente.
Ideas, ideales, ilusiones que toqué mientras recorría tantas ciudades.
Sueños de carcajadas que sólo representan mi tristeza, mi frustración en mi vida real, mis dolores.
Caminar, correr por las calles desconocidas, llenar mis ojos de imágenes nuevas, llenar mi cabeza de ideas pasadas...
Granada fue espectacular, diversa, en movimiento, antigua, moderna, feliz, triste, contrastada.
Barcelona pintoresca, rítmica, geométrica, ilusoria, soñadora, multicultural, turística.
Toledo laberíntica, terrosa, seca y cálida, olorosa.
Madrid imponente, parecida, arrogante, fría.
Bilbao diferente, viva, colorida, activa, cultural, intrigante.
Sevilla cálida, soñadora, envolvente, ruidosa.
San Sebastián compacta, fluída, elegante, abierta.
Córdoba pequeña, desorganizada, acumulada, impositiva.
Oporto intrincado, nostálgico, escalonado.
Lisboa brillante, inconforme, combinada.
No sé, son como descripciones de lo que sentí en esos lugares, lo que me dejó cada ciudad, y seguramente se sentirían diferente en otros momentos, o por otras personas.
Ya tardé mucho escribiendo esto y no dice nada, jaja... ni modo, otro día seguiré escribiendo, espero

1 comment:

dèbora hadaza said...

así como lo cuentas se me antojo Toledo.

y claro que sí dices mucho, de hecho creo que dices demasiado xD

viajar con los padres es extraño a cierta edad, y seguramente la experiencia traera algo rico aunque difícil de digerir.

un abrazo ana lines.

me gusta leerte.