9.04.2007

entender y acostumbrarse

Así es, entramos a Bulgaria, las fábricas al rededor abandonadas, ciudades, pueblos, estaciones de trenes vacías, la gente tiene que irse... no sé cuáles son las cifras de migración y población flotante en Bulgaria, pero sí se nota la diferencia de este país con otros de Europa. La gente se preguntaba, Bulgaria, para qué? qué hay ahí? Nosotros pensábamos, a qué famoso conocemos de Bulgaria? Bueno, los Búlgaros le ganaron a los mexicanos en fut en penales en un mundial, el portero estaba calvo y tenía peluquín, y claro Stoikov, ese futbolista es de Bulgaria, si si, muy bien.
Llegamos a Sofia una ciudad grande, diversa, fuimos a buscar la oficina de información dentro de la estación de trenes y nos encontramos con una señora un poco neuras atendiendo, lo primero que decía es: siéntate, qué no ves que estoy ocupada, ahora te atiendo, y pues así fue como pasamos como 30 min en esa oficina, consiguiendo un mapa, buscando en él los hostales, preguntando sobre el tipo de cambio y cómo podíamos ir de Sofia a Varna...
Obtuvimos nuestro mapa, con letras en abecedario latino, y no contábamos con que los nombres de las calles vendrían en rumano, una extraña mezcla de ruso, griego y algo al revés, parece como si las letras estuvieran de cabeza...
Así encontramos un hostal en donde los demás hospedados no salieron por lo que vimos, ni una sola vez del lugar, qué estarían esperando???
Empezamos a recorrer la ciudad, y nos perdimos, bueno, he de aceptar, me perdí, hacía calor, estaba cansada, tenía hambre y las mugres calles en otro idioma estaban causando un conflicto total en mi cerebro...
Por fin le fuimos captando, pudimos recorrer casi todos los puntos de interés, comer unos ricos dulcesitos, un rico café, una rica cena con un como queso frito con pollo y salsa de champiñones creo, y unas sopas muy ricas de mil y un cosas combinadas, carnes frías, verduras, legumbres.... sopa de yogurth con pepino, ensaladas.
Y vimos como de iglesias ortodoxas, mezquitas, palacios neoclásicos, edificios estilo ruso comunista pasaban a nuestro alrededor. Yo estaba impresionada por las diferencias, por la simbiosis, entre estilos arquitectónicos, por los menús inentendibles, los volantes que podrían haber sido de cualquier cosa, por la cantidad de casinos en las calles grandes, por los gritos de las personas, por el calor que nos rodeaba y las llenaderas de agua en donde la gente lleva sus garrafones para surtirse en serio... las ruinas romanas, otomanas, griegas, tantas cosas en una ciudad tan enredada, las calles parecían letras de su alfabeto, las escaleras eran las pequeñas comas entre los caminos.
Realmente me gustó Sofia, me empecé a acostumbrar a su idioma raro cuando ya estábamos por irnos, con una señora que se puso a explicarnos cómo llegar a unas ruinas a las que ya no fuimos, yo estaba segura que le entendía, pero ya sólo quedaban otros dos días en Bulgaria y no precisamente en la capital, pero esa es otra historia....

5 comments:

Wu* said...

"las escaleras eran las pequeñas comas entre los caminos" qué bonito sonó eso :)... y sip... esos países no tan visitados... me imagino deben guardar una cotidaneidad interesante. Por cierto, alguien ha dicho que el rumano se parece al español por pertenecer a las lenguas "romances"... qué tienes que decir al respecto? jaja.
Saludos!!!

the lines on my face said...

Vic, lo del rumano pronto lo averiguarás...
y sí, sabías pero de eso a entenderle es otra cosa, loquillo

Angawen said...

Ay mujer, lo unico que sabes de Bulgaria es lo que tiene que ver con el fut?? jajaja ah que contigo pero que bueno que les fue muy bien en esa ciudad inentendible

Ale Morando said...

jajajaja ay amiga, que bueno que aunque se perdieron se pudieron divertir, conocieron y comieron rico :) toda una patoaventura

Anonymous said...

mmm podían comer bulgaros... pero no personas, que son los bulgaros (comestibles)??? jejejeje
ustedes dos estan relocos jejeje
los quiero