Empezaba entonces nuestro primer viaje en tren por terrenos desconocidos.
Atenas-Thesaloniki-Sofia....
El primer tren bastante bien, asientos cómodos, aire acondicionado para los 4o y tantos grados de calorcito, muchos turistas y algunas otras personas que nos llamaron la atención.
A unos asientos al lado de nosotros se sentaron una señora de como unos 40 años y su hija de unos 14 años, bueno, eso supusimos. Atrás de ellas se sentó un hombre de unos 35 años militar de grecia (supusimos), y atrás de nosotras 3 griegas de como nuestra edad, muy fashion.
Así nuestras teorías de suposición empezaron.
La niña se quedaba viendo y analizando a las chavas griegas, como con ojos de "yo quiero ser como ellas", unos minutos después, ella comenzó a platicar con el militar e incluso se pasó al asiento de atrás para platicar más agusto con él. La mamá dudó por algunos instantes de ese señor y decidió preguntarle algunas cosas. Después de un rato, la niña le enseñaba dibujos al militar y la mamá de pronto comenzó a llorar, la niña le trajo pañuelos para que se limpiara, le preguntó cosas, pero la mamá seguía igual, la niña se cansó y se volvió a sentar junto al militar. Llegamos a Thesaloniki y mientras esperábamos en la estación para nuestro siguiente viaje vimos a la niña alejarse de la mamá para fumar un cigarrito, luego la mamá la fue a buscar y ella hizo como que no estaba haciendo nada malo... Nos quedamos pensando en toda su vida, haciendo teorías de dónde podrían ser, a dónde se dirigían, por qué lloraba la mamá, qué onda con el militar, con su papá, y así...
Pasaron las horas, esperamos en los andenes de los trenes, la gente se subía en trenes y nosotros esperábamos pacientemente a un tren que imaginábamos parecido al anterior.
De pronto vimos que la gente se iba hacia más atrás y se subía a un tren que no parecía ser el nuestro, así que fuimos a ver. Sus vagones obscuros, la gente fumando y asomándose por las ventanillas, mucha gente gritando, niños llorando, ningún encargado de la revisión de boletos y muchos turistas despistados. Dos hombres se nos acercaron a decirnos algo, no les entendíamos mas que el número 10, pero qué significaba, quién lo sabe... Así preguntamos cuál era nuestro vagón y nos dijeron, aquel, el más obscuro, el más lleno, el más sospechoso.
Subimos, yo iba al frente, analizando cada vagón, viendo espacios vacíos, tripulantes, señoras, gente fumando, hombres gritando, vi uno, dos chavas, un señor de cabello canoso, un chavo tronadon y dos espacios libres.
Nos sentamos, y yo dije, me temo que no voy a dormir nada en este viaje, sentados, con el chavo fumando, las chavas medio sospechosas, mucha gente en el pasillo, creo que no.
A eso de las 2am el tren se detuvo, enmedio de la nada, se separó la locomotora y comenzó la espera por 2 horas en el llano... pasaron por nuestros pasaportes y se los llevaron, al igual que el del chavo, pero los otros los dejaron ahí... pasaron 2 horas, nos movimos tantito, regresaron nuestros pasaportes, y se quedó parado otro rato. Mientras tanto varios dormimos, yo logré pegar el ojo por un rato largo.
Ah, se me olvidaba que las ventanas del vagón no funcionaban, se cerraban a cada rato, logramos atorarla con mi cinturón y asunto solucionado, pero el olor de cigarro, la incomodidad de ir sentada y la desconfianza pues como que no me dejaban dormir mucho más.
A eso de las 3 pasamos por un pueblo en Bulgaria, había muchos policías impidiendo el paso a otras personas que estaban en la estación, señores gordos gritando, mujeres con niños en brazos gritando muy fuerte, empujones, lámparas... Las chavas que iban a nuestro lado se prepararon para salir en esa estación, de hecho, preguntaron si no había algún policía en nuestro vagón y salieron muy sigilosamente del tren, creo que corrieron hacia el lado contrario para que no las vieran los policías... Fuerno como 15 min ahí, el Búlgaro intentó despertar a Iván, y yo también, para que viera lo que ocurría, pero creo que estaba en el sueño más profundo.
Avanzó el tren y descubrí que el señor canoso era griego, que hablaba inglés porque había vivido en Estados Unidos, resultó que el chavo era de Bulgaria, hablaba un poco de griego porque trabajaba en Grecia y entonces se convirtió en una plática sobre qué es lo que las chavas podrían estar haciendo en ese lugar, por qué se habrían bajado de esa manera. Según ellos ese lugar es conocido por ofrecer a las mujeres jóvenes, trabajos como prostitutas y papeles de residencia en europa.
Así el Griego nos contó sobre la situación griega en la unión europea, sobre Bulgaria y el abandono de varias ciudades o poblados de ésta, sobre las precauciones que deberíamos de tener en las ciudades de Bulgaria y sobre su vida en general.
Por fin, con 2 horas de retraso llegamos a Sofia, estos dos tripulantes se levantaron y se acercaron a la salida, y a nuestro vagón entraron 3 mujeres que nos empezaron a decir cosas raras, nos bajamos rápido y empezamos nuestra travesía por Sofia.
6 comments:
Ay amiga.... casi parecía un vagón de refugiados!! O al menos eso fue lo que me pareció cuando comencé a leer el post.
Vaya aventura!! Jajajaja pero que bueno que al final tuvieron con quien platicar y supieron un poco mas de lo que pasa localmente.
orale!! a mi también me habría dado algo de mello un vagón tan raro, lo bueno que ibas bien acompañada y que pudieron saber bien que onda con las ocurrencias en el país :)
saludines!!
Sip, quiero ir a Sofía, ya lo decidí...
p.d. ahh saludos a iván si lo lees!
ciertamente, muy peligrosos esos "brown people" jajajaja, narinas, jajaja, pero la verdad es que Bulgaria no da miedo y está todo bastante tranquilo.
;)
yo seré como yellow??? o allá todos entramos en la categoría de brown? yo no se... jejeje...
pero bueno, si suenta muuuuy peliculesco y terrorífico jejeje... esos mundo que usted explora...
saludotes
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