Hay días donde un conjunto de hechos y situaciones te hacen pensar en otras tantas cosas... Días donde las reflexiones llevan a más que sólo resultados o conclusiones guardadas o archivadas dentro de algún cajón de tu cabeza. Días donde es necesario escribir, sentarse unos minutos a mover las manos, a recordar la ortografía y sintaxis tan bonita que tiene el castellano.
Y pues heme aquí, dándome unos minutos antes de pensar qué diablos voy a cocinar hoy, antes de coser una cama para Choco, el perrito que recogimos que aún no estamos seguros si se quedará con nosotros o le encontraremos una buena familia que lo acoja. Antes de leer noticias desagradables del mundo, antes de pasarme el cepillo por la cabeza y borrar las ideas.
Escribir...
Creo que más que tener una idea concisa sobre lo que escribiré, son un montón de preguntas, pero todas se enfocan en el mismo problema "el apego".
Veo a mi alrededor, los problemas de la gente que me rodea, lo que mis amigas o mi familia me cuenta, sus problemas, son el problema de no soltar, de apegarse a cosas o a gente, el esperar que todos a su alrededor estén conformes con sus decisiones, que sus decisiones no sean juzgadas... y pues yo pienso "si quieres tomar una decisión, de cualquier tipo, está en tus manos, en nadie más, y no importa lo que los demás piensen". Ya cuando tomas la decisión pasan mil y un cosas que ya no están en tus manos y a veces puede resultar benéfica o no tu decisión... pero está en ti.
Ser honestos con nosotros mismos, ser sinceros con nuestra forma de vivir la vida, si quieres estar triste, enojado, alegre, adelante, pero que no dependas de lo que los demás piensen de ti... Y bueno, pues así es como hay que vivir la vida. Porque decisiones las tomamos cada minuto, cada segundo, cada fracción de segundo, en el momento en que el presente deja de ser presente y se vuelve pasado, en el momento en donde vemos el presente como futuro.
Y hay que aprender a soltar, para poder vivir ese presente lleno de cambios y revoloteos.
Así las cosas, cuando se necesita escribir algo, cuando la cabeza gira reflexionando muchas cosas... cuando el tiempo no permite que lo platiques con alguien más...
Pero bueno, agradezco que mi cabecita loca siempre tendrá tiempo para pensar, reflexionar y concluír ideas.